Acabamos de llegar a casa, son las 11:40 h, las 2:40 de la madrugada para nuestros cuerpos, casi la hora a la que escribía muchos días. Os mentiría si os dijese que estamos frescos como lechugas, pero por mi parte la última vez que se puede decir que dormí más o menos normal (no llegó a 5 horas) fue el miércoles. Sí, suena fuerte pero es que la noche del jueves no dormí porque salíamos del hotel a las 4 de la mañana, y el viernes ha sido un día raro de 15 horas en el que hemos cenado a la hora de comer y desayunado en mitad de la madrugada (hora corporal), creo, no me hagáis mucho caso porque todo esto es muy raro. En fin, creo que es sábado por la mañana y estoy en mi cama, así que voy a dormir un rato, no mucho porque esta noche habrá que intentar dormirla entera para arreglar todo este embrollo.
Toca descansar el fin de semana y el lunes reflexión general sobre el viaje. Por cierto, hoy en la Voz se ha publicado el último artículo.
Buenos días, creo.
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