domingo, 26 de julio de 2009

Día 19, sábado 25 de julio: los "ironbutt" llegan al salvaje oeste en medio de un calor infernal


A la espera del becerro


Fort Worth, Texas. 00:20 h. 4.190 millas recorridas (6.743 km)

Sí, sé que así leído el título deja un poco extrañado pero todo tiene su porqué. Vayamos por orden...

Dejamos Oklahoma City a las 10 de la mañana. 3 horas después entrábamos en Texas y llegábamos a Dallas. Allí nos dieron una calurosa bienvenida, en concreto 105ºF (41ºC) de bienvenida. Jamás en mi vida he pasado tanto calor. En Italia, el verano pasado, hubo momentos horribles, pero nunca como el día de hoy. Es la primera vez que me pasa que es peor el calor encima de la moto que en plena calle al sol. En la calle hacía mucho calor, se notaba que estábamos a 41º, pero no tengo forma de calcular la temperatura encima de la moto por la autopista, pero comparando sensaciones, creo que más cerca de 50º que de 40º. Esta moto desprende muchísimo calor pero, aparte de esto, era como si del asfalto subiera un aire caliente tremendo, las manos me quemaban por el aire que venía de frente. Después de la experiencia de hoy, hemos determinado que queda prohibido ir en la moto durante largas distancias entre las 12 de la mañana y las 7 de la tarde, mientras no pase esta ola de calor, que por cierto, está siendo noticia en los informativos, así que muy normal tampoco será.

Como decía, a la 1 llegamos a Dallas. Es una ciudad grande, de casi millón y medio de habitantes, y eso se notó en el tráfico de entrada. Teníamos dos objetivos muy claros: la Reunion Tower y el 6th Floor Museum.

Nuestra primera parada fue en la Reunion Tower. No es el edificio más alto de la ciudad, pero casi, y todas las guías coincidían en que tenía las mejores vistas. Pero poco nos duró la alegría que el aire acondicionado nos había proporcionado nada más entrar, ya que la torre estaba cerrada al público. Debía de haber algún tipo de convención o de acto multitudinario, porque aquello estaba de bote en bote, pero no había forma de coger el ascensor hasta arriba. Así que nos tuvimos que conformar con comer una bandeja de trozos de fruta de la cafetería (como nos prestó!) y seguimos con la ruta.

La moto la habíamos dejado casi al lado de la puerta. "With this, you can park anywhere" (con esto, puedes aparcar en cualquier sitio). Fue lo que nos dijo un tío de bigote hasta la barbilla y grandes gafas de sol. Se nos acercó y tuvimos otra de esas conversaciones animadas con americanos divertidos. Nos contó que era de Nashville y que le gustaban mucho las motos. Cuando le contamos lo del viaje se quedó sorpendido y nos bautizó como unos auténticos "Ironbutt" o "Culo de hierro". De hecho nos comentó que había una asociación con ese nombre que condecoraba a aquellos que se atrevían con un viaje de costa a costa, nos aseguró que si contactábamos con ellos, podríamos ser nombrados oficialmente como "Ironbutt". Todo un auténtico privilegio sin duda.

Muy cerca de la Reunion Tower está el 6th Floor Museum que está centrado en el asesinato de JFK. El museo lo han montado en el 6º piso de lo que en su momento era el Depósito de Libros del Colegio de Texas. Desde ese 6º piso, siempre según la versión oficial, Oswald asesinó al que en ese momento había sido el presidente electo más joven de los USA. El museo se recorre rápido, con lo que no se hace pesado. Está bien montado, es ágil, y te dan una audioguía para que sigas la exposición con lo que tampoco tienes que leer nada. Hay declaraciones del policía que iba en moto justo a su lado cuando lo asesinaron, se puede ver la ventana desde la que Oswal disparó, por supuesto las vistas a la calle Elm por la que viajaba la caravana (viendo a la vez las fotos del día en cuestión y asomándote a la ventana al tiempo, parece que lo estás viviendo en directo). Lamentablemente es otro de esos museos de "No video, no photo". Con lo que solo os podemos enseñar el edificio por fuera. A parte de la recreación del asesinato y de ponerte en antecedentes con la vida de Kennedy, también tratan todas las controversias y cuestionamientos sobre la versión oficial de la Comisión Warren, hablando de esa gran cantidad de personas que piensan que siempre hubo algo más en el fondo de este asesinato. ¿Conspiración?. ¡Quién sabe!

Con el 50% de nuestros objetivos cumplidos, un aprobado por tanto, volvimos a la moto para hacer unos 50km hasta Fort Worth (700.000 habitantes). Los 50 km más largos de mi vida con ese calor del infierno. Llegamos al Motel deshidratados.

Tras descansar un poco, una ducha de agua fría y beber algo, nos dirigimos a las Stockyards de Fort Worth. El concepto es el mismo que las de ayer de Oklahoma City, pero sin punto de comparación entre una y otra. Éstas se viven con un ambiente muy especial, son muchas más calles, con muchos más negocios y unos buenos rodeos. Es muy curioso ver a la gente por la calle con sus sombreros de cowboy y sus botas de espuelas y saber que no van disfrazados. Los adolescentes han cambiado los sombreros por gorras y a las botas les han quitado las espuelas, pero tanto chicos como chicas visten en su mayoría con vaqueros y camisas de cuadros.

Tras probarnos unos sombreros, que iban desde los 30 a los 120 $, y dejarlos en su sitio porque no podemos comprar absolutamente nada porque no tenemos donde meterlo, nos dirigimos al Coliseo a ver un rodeo de profesionales: montas de toros, de caballos, lazos, carreras a caballo contrareloj, himno cantado por chica del country apoyada por "bellezas" (ejem, ver el vídeo) de la localidad... Todo lo que cabía esperar por el módico precio de 20$ por cabeza (entrada VIP según ellos, es que nosotros estamos aquí a todo trapo), el resto de entradas a 15$.

El rodeo ha estado muy divertido. Además nos lo ha animado el vecino de asiento. Un cowboy de la localidad que se veía que era un habitual por el número de empleados al que saludaba y que gentilmente ayudó a sentar a Lucía apartándole la silla, dejándome a mi como un auténtico maleducado y que recriminó a un "guiri" que no se hubiera quitado el sombrero durante el himno americano tal y como él había hecho llevándoselo al pecho.

A la salida un poco más de carne, a sumar a la de anoche, en Riscky's. Aún no habíamos comido nada contundente en todo el día, y puedo confirmar que la carne en esta zona es muy buena. Por cierto, que debe de ser la misma que le dan de comer a los saltamontes, que aquí son del tamaño de un gato adulto. Hace un rato, de camino a la moto para volver al Motel, pasaron 3 o 4 y pensé que nos iban a devorar. Si llegan a estaraquí los chinos se hacen unas brochetas que se chupan los dedos.

Mañana a madrugar para hacer una de las visitas que más ilusión me hace y que más tiempo llevo esperando.

Yeeeeeeehaaaaaaawwww!!!

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