martes, 30 de diciembre de 2008

Viajar en moto II (por Lucía Casanova)

Estoy deseando que llegue el mes de julio y poder cruzar USA en moto. Comienzo con esta afirmación porque quiero dejar claro que sí me apetece esta aventura, más que nada por lo que contaré a continuación y que os podría hacer pensar todo lo contrario.

Pra mí lo de viajar en moto es como cuando me iba al festival folk de Ortigueira. E mi familia nadie entendía que quisiese volver año tras año, después de contarles todas las incomodidades y adversidades con las que me encontraba. Pero, al final, pesaba más lo bien que me lo pasaba que todo lo malo. Con la moto es lo mismo: al principio Borja tenía miedo y pensaba que no me acostumbraría. He de decir que en nuestras primeras salidas y en el primer viaje un poco largo me costó un poco...¡me dolía todo el cuerpo!

En Italia todo cambió y me acostumbré a pasar varias horas sobre la moto. Eso sí, reconozcámoslo: es mucho más cómodo viajar en coche: no te mojas, si no encuentras alojamiento te puedes quedar dentro, puedes sentarte como quieras (si no conduces), puedes llevar todo el equipaje que desees, vestirte como quieras, peinarte como quieras...cosa que con un casco y encima de una moto no.

En nuestra corta experiencia ya me he quemado con el tubo de escape, he soportado varias horas en la moto enferma, me he mojado con la lluvia durante horas...en fin, que cómodo, cómodo no es. Pero, os aseguro que todo esto se olvida y queda en la memoria como una simple anécdota. Me encanta viajar en moto y nada va a ser comparable a poder atravesar USA sobre dos ruedas. Lo que ocurre es que soy demasiado responsable, calculadora y precavida. Borja dice que soy pesimista. No es eso, es que soy incapaz de hacer algo sin pensar en todos los problemas y situaciones que me voy a encontrar y en sus posibles soluciones. Ahora mismo mis mayores preocupaciones son dos: el idioma y el equipaje. Pero de eso ya hablaremos otro día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario