miércoles, 22 de julio de 2009

Día 15, martes 21 de julio: Chicago, una grata sorpresa


En el estadio de los White Sox

Chicago
nos ha sorprendido. Quien la conocía nos lo había advertido, pero aún así no esperábamos encontrarnos con esta gran ciudad. Ahora mismo, me dan a elegir entre NY y Chicago y no sabría muy bien con cual quedarme. NY tiene ese "algo" que la hace sumamente especial, pero Chicago es una ciudad realmente bonita y tiene espectos que creo que la hacen única. El tren elevado y su skyline no tienen precio.

El tráfico no es tan duro como lo plantean en las guías. Teníamos ciertas dudas sobre si mover la moto por la ciudad por todas esas advertencias, pero ni mucho menos es peor que la gran mayoría de ciudades europeas. Tiene dos aspectos negativos: sin GPS es imposible moverse, sobretodo por la circunvalación de la ciudad (jamás he visto tal cantidad de salidas, rampas arriba y abajo...) y, los parking son carísimos (es más caro 1 hora de parking que llenar el depósito de la moto).

A primera hora aparcamos en uno de estos parkings, de los míticos con curvas cerradísimas y un montón de pisos. Estaba al lado del río y de la oficina de información. Nosotros somos de los que huimos de todo lo que sean visitas guiadas y tours, nos gusta ir a "nuestra bola", pero en esta ocasión, vimos que el tour de bus descapotable era nuestra mejor posibilidad por el poco tiempo que vamos a estar en la ciudad. Y vaya si ha sido un acierto. Nos han hecho un recorrido por toda la ciudad y han ido explicando la mayoría de las grandes joyas de la arquitectura que tiene Chicago. Además, por el mismo precio, nos hemos hecho con la entrada a la Sears Tower, y ahorrándonos además las colas que en muchos días sobrepasan las 2 horas. Por cierto, la Sears Tower, el edificio más alto de USA y uno de los más altos del mundo, impresionante. Sin duda, un duro competidor para los dos miradores de NY.

Hemos acabado el tour, bastante largo, con el tiempo justo para coger la moto e ir al US Cellular Field, el estadio del equipo de béisbol Chicago White Sox. Habíamos comprado las entradas por la mañana y queríamos estar un rato antes del comienzo del partido (las 19:11 h, a ver si alguien sabe explicar el porqué de esta hora tan rara, porque no hemos conseguido averiguarlo).

Había leído por ahí que los americanos tenían por costumbre prepararse unas "barbacoitas" antes de los partidos, no quería creermelo hasta verlo con mis propios ojos, y vaya si lo vi. Allí, en el parking, los tíos habían tirado de barbacoa y sillas plegables, carne, cerveza, y a merendar (porque la cena es en el estadio). Estos americanos no dejan de sorprenderme.

Encontramos rápido nuestros sitios. Por cierto, qué entradas. Decidimos coger las más caras por eso de "es una vez en la vida". Que por otra parte no eran nada caras para lo que estamos acostumbrados, al cambio unos 35 euros. Bueno, pues no VIP, pero casi. Asientos acolchados, tiendas, servicio de cocina... y, nada de ir a buscar la comida, se la encargas a los camareros y ellos te la traen. Así sí que da gusto ver un partido. ¿Y los baños?, casi se podía comer en ellos. ¿Cuántos de nosotros hemos estado en los baños del estadio de Riazor, sin ir más lejos?

Realmente fuimos de valientes, porque ni idea, pero lo que es ni idea, de béisbol. Pero ni papa. Pues al final, hasta hemos salido de allí sabiendo de qué va el tema. Entre fijarnos bien y las puntaciones del marcador (¡qué marcador!) fuimos deduciendo el juego. Pero, así entre nosotros, allí lo que prima es el mundillo que implica el partido, porque lo que es el juego en sí mismo... Pocas veces he visto juego tan lento. Se mueven más los que juegan a la petanca que estos señores, que se pegan una carrera cada cuarto de hora, como mucho. Al final, derrota para los de casa 2-3. Pero lo de menos es el resultado. El espectáculo, con vídeos, himnos, comida a destajo e, incluso, fuegos artificiales, es lo que queríamos ver. Para mi, lo mejor, la posibilidad de llamar a un número y dejar en un contestador un mensaje a tu camarero del estadio favorito para luego reproducirlo durante el partido. "Eh, Mike, soy yo tío, el de la gorra de la cuarta fila. Eres el mejor, colega. Traeme una cerveza" (viene siendo más o menos la traducción del primer mensaje que sonó). Eran las 7 y pico de la tarde y no había hambre, pero acabamos por pedirnos un perrito para los dos, porque ya nos daba vergüenza. ¡Cómo come esta gente! No paraban, la cantidad de dólares que se dejaron en comida y bebida durante el partido. ¿Y el juego? miran para el campo de vez en cuando, la mayor parte del tiempo la pasan comiendo, bebiendo, hablando o mirando el móvil.

Al salir de allí nos hemos acercado hasta Giordano's, la mejor pizza con masa Chicago de la ciudad. Casi más alta que la Sears Tower, pero bastante más sosa la verdad, las he comido mejores. Y para digerir bien la pizza, una copita en Green Mill, un bar con música jazz y blues en directo, famoso por ser uno de los locales favoritos de Al Capone y por mantenerse practicamente igual a como estaba en aquella época.

Mañana habrá un par de actividades más antes de abandonar la ciudad y tomar los "restos" de la Route 66. El viaje continúa, pero amigos... ¡Chicago, qué gran ciudad!

Vídeos:


2 comentarios:

  1. Hola Mr & Mrs Calvo. ¿Qué tal estáis?

    Por lo que vemos, seguís disfrutando a tope vuestro viaje y además sacándole el máximo partido a vuestras estancias. ¡No os dejáis nada sin ver eh!. Se nota que estaba todo bien planeado. ¡Así da gusto!. Bueno todo menos lo del GPS, pero así tb la aventura tiene más mérito. ¿Quién os iba a decir que íbais a atravesar los USA con sólo la ayuda de un par de horas de GPS al día? Yo creo que ni por vuestra imaginación había pasado.
    Deciros que lo que se ve de Chicago nos parece impresionante, pero yo se de un par que no "posarían" para sacar una foto "al aire" como la vuestra. ¡Que medo!

    Nada más. Seguid disfrutando y ¡mucha fuerza desde los madriles!

    Besos.

    Ana y Toni

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  2. La verdad es que creo que estamos aprovechando el tiempo todo lo posible, estamos muy contentos de como va todo hasta ahora.
    Lo del GPS no es tan grave. Realmente nos hemos acostumbrado, tenemos mapas y solo lo usamos para determinados momentos clave como las ciudades o cruces complicados en interestatales.

    Besos y abrazos.

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